La opinión del sexólogo sobre el tampón y la copa menstrual
Por Manuel Fló
La propuesta de la CUP manresana en contra de tampones y compresas y a favor de métodos más ecológicos, pero también más incómodos, para el ciclo menstrual ha incendiado las redes sociales. No es para menos. Como sexólogo, como terapeuta, me parece un proyecto poco acertado, porque las chicas, en el agitado y a veces dramático proceso de descubrimiento de la menstruación, no creo que estén preparadas para estos métodos.
Para las adolescentes, para las niñas que empiezan a ser mujeres, la llegada de la regla no es fácil. En muchos casos se vive con temor, con vergüenza y con confusión. Significa que dejas de ser niña, pero en el primer ciclo menstrual ellas quieren seguir siendo niñas. Ven con horror la compresa que su madre les enseña a colocar. “¿Y durante cuántos días tengo que llevar este pañal?”, se preguntan. La adolescente sufre también las molestias y los dolores menstruales, pero por lo que más sufre es por el miedo a un sangrado excesivo que manche el pantalón, y la vergüenza que ello supondría. “Y la compresa que es demasiado gruesa, y que seguro que se nota por detrás cuando llevo este vaquero ajustado”. ¿Os habéis fijado alguna vez en la cantidad de chicas que llevan una chaqueta anudada a la cintura? Y “mamá, huelo mal”. Y las hormonas que juegan malas pasadas.
No es fácil, nada fácil. Por eso, cuando se atreven a dar un paso más y descubren el tampón, para ellas supone una liberación. Al principio cuesta un poco. “¿Me lo tengo que meter por la vagina?”, “¿No hace daño?” y “¿No se cae?” son algunas de las preguntas que las adolescentes se formulan. Superados los reparos iniciales, el tampón supone una liberalización. Poder ir a la playa o a la piscina, poder volver a ponerse un pitillo ajustado, poder volver a disfrutar de la vida.
La propuesta de la izquierda manresana por sistemas de retención del sangrado menstrual más ecológicos, como las copas menstruales o las esponjas marinas, no estaría tan mal si no fuera porque se enfoca a ellas, a las jóvenes, a las chicas que aún son niñas. En las sesiones informativas, lo que ellas buscan son soluciones seguras, no más confusión. Estas alternativas sólo harían que vivieran sus primeras experiencias con más miedo y vergüenza.
Las primeras vivencias de la sexualidad de una chica (y las primeras reglas se enmarcan en ellas) son muy importantes para que de mayor la mujer viva una sexualidad plena. La educación, los consejos de la madre, las opiniones de las amigas, los accidentes que pueda tener en sus primeros ciclos menstruales… todo afectará a la vida sexual posterior. Por eso es tan importante cuidar este momento, y por eso desde Psico-Impronta dedicamos una especial atención a la adolescencia, a la descubierta de la sexualidad.
Dicho esto, también quiero señalar que soy muy fan de las copas menstruales (que no de las esponjas). No creo que sean un método adecuado para las adolescentes que entran en el mundo de la regla, o al menos para la mayoría, pero son un gran invento: son ecológicas (reutilizables y duraderas hasta 15 años), resultan mucho más económicas que tampones y compresas, y ofrecen protección para hasta 12 horas (según el flujo menstrual). Por eso, se deberían promover más, y si la polémica que ha levantado la propuesta de la CUP ha conseguido eso, darlas a conocer… Pues eso que ganáis, chicas: ¡Probadlas!
Nuestros sexólogos en Barcelona están especializados en la orientación sexual de la adolescencia y en la terapia familiar y de pareja. Desde el apoyo emocional, nos enfocamos a la resolución de problemas y al desarrollo personal para poder vivir la sexualidad de forma plena. Así que, cualquier duda, ¡ya sabes dónde estamos!
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