Solterones, singles y familias unipersonales

Por Manuel Fló

Que hoy en día uno no tiene por qué casarse ya lo sabemos, y estamos de acuerdo. Las parejas de derecho (casadas, por la iglesia o por lo civil) aún son mayoritarias en España, pero las de hecho crecen a ritmos vertiginosos. Ahora bien: ¿Y las familias unipersonales?

Yo también me pregunté lo mismo al topar por primera vez con este término: “¿Por cuántas personas está formada una familia unipersonal?”. Por una, cierto. Ojo, no confundir con las familias monoparentales, en las que hay solo un progenitor, pero que se completa con algún que otro pequeñajo.

Pues sí, ahora se ha puesto de moda la familia unipersonal, formada por una única persona, un soltero, un single, que lo es por convicción, por elección.

Atrás quedan esos tiempos en que la cuarentona sola (o la cincuentona…) era una solterona. En el sentido más negativo y denigrante: una mujer que no ha sido capaz de encontrar a un hombre que la soporte. El mismo término ya es despectivo, como lo es “cuarentona”: ¿Y por qué no “cuarentañera”, como veinteañera y treintañera?

No, ahora una mujer de más de 35 años que está sola es una single, se divierte mucho más que las casadas o emparejadas o enfamiliadas, y es la nueva heroína, que está sola por convicción, porque nadie está a su altura, y porque le encanta su estilo de vida. La literatura y el cine han contribuido a dar este giro, con personajes como Bridget Jones o las más modernas protagonistas de Sexo en Nueva York.

Pero… ¿y qué pasa con los hombres? Los hombres solos ya casi son más numerosos ahora que los casados o emparejados. Las mujeres tienen la ventaja de que saben disfrutar de su soledad (en términos generales, claro), pero ellos, al parecer, la sufren más. Aunque ellos aparenten lo contrario, el nuevo modelo masculino de cuarentón parece que es más frágil y dependiente.

En cualquier caso, lo cierto es que el modelo de soltero o soltera gana adeptos. Los gimnasios tienen clubes para singles, se organizan speed-dates para ellos y para ellas, y hoy se puede formar una familia unipersonal.

Sea cuál sea tu elección o tu situación, en Psico-Impronta podemos aconsejarte y guiarte para encontrar tu equilibrio. Lo importante es sentirse satisfecho y pleno con la elección que tomado cada uno.