“Se me ha atragantado mi baja autoestima”
Por Manuel Fló
Mireia, 26 años. Encargada de tienda.
Mireia es una joven extrovertida y con muchas aficiones y actividades.
Pero desde hace unas semanas siente tener un bulto en la garganta que en
según qué momentos le dificulta tragar. Ha visitado diversos
especialistas y le han hecho pruebas para concluir lo que ya sabían, que
no tiene nada orgánico que le provoque esas molestias (lo que se
llama psicosomatización).
Al recoger información sobre su historia destaca un accidente de
circulación, sin mayores incidencias, pero a partir del cual
empieza a desarrollar temores varios, somatizaciones, síntomas de depresión y una espiral que le lleva a encerrarse en su casa.
Es una mujer muy bien valorada en su trabajo al cual no asiste desde el
inicio de esta problemática. Lo que hasta ahora había sido de fácil
ejecución, en este momento se había transformado en un problema
insuperable.
Asimismo, descubrimos en su padre una figura muy importante para ella. Es una persona con un carácter muy fuerte, intolerante y que ha dificultado el desarrollo de la identidad de sus hijos.
Desde el momento en el que con Mireia empezamos a trabajar la afrontación de sus temas, se empieza a producir una generalización de su satisfacción ante
el éxito y por lo tanto una mejoría en todo su quehacer. Cuando ve que
puede gestionar mejor sus emociones ante su padre o que empieza a
reconocer valoración por parte de su entorno, su autoestima crece y su seguridad en sí misma se
empieza a afianzar. A los pocos días sus dificultades al tragar han
desparecido hasta el punto de que no lo comenta en ninguna de las
últimas sesiones.
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