Tengo problemas con mi erección.

Por Manuel Fló

Gustavo, 36 años; operario de una empresa de artes gráficas.

Hace pocas semanas que Gustavo ha conocido a una chica algo menor que él, que ha estado casada y que él mismo describe como una mujer muy atractiva, muy sexy y que se relaciona con todo el mundo con mucha facilidad. En el primer encuentro sexual que tuvieron Gustavo no pudo conseguir la erección suficiente para penetrar y automáticamente le desapareció del todo. Con su erección también desapareció la seguridad en si mismo y en su capacidad para mantener su erección, cosa que hasta el momento no había contemplado ni de una manera remota. Nunca se había planteado la posibilidad de que su pene no le respondiera y menos en una situación tan deseada. En las siguientes relaciones sexuales que tubo con esta chica su confirmación de fracaso era muy sencilla. Se acercaba a esas relaciones con miedo y anticipando su fracaso, el que, efectivamente, se daba. Además fue añadiendo miedo a afrontar sus relaciones sexuales por lo que últimamente ni las pedía ni podía disfrutar de ellas aunque no hubiera penetración. Incuso en su propia masturbación encontraba dificultades, precisamente porque él mismo iba a examinarse, “a ver que pasaba”.

El primer punto que se trabaja es el desangustiar a Gustavo y darle información para leer. Y, seguidamente, se le pauta en sus relaciones de pareja para que las afronte de una manera distinta a cómo lo ha estado haciendo hasta ahora. Sacamos la peentración del centro de sus relaciones sexuales. Se implica a la pareja en el trabajo a realizar y rápidamente surgen los resultados positivos, adquiriendo tanto Gustavo como su pareja seguridad en sus relaciones.