No me puedo subir a un coche. ¡Le tengo fobia!
Por Manuel Fló
Álvaro, 36 años, financiero.
Hace seis años un buen amigo de Álvaro, con el que se había criado prácticamente juntos, murió en un accidente
de coche. Y hace dos meses él mismo, yendo de copiloto tuvo un
accidente frontal cuando un coche que se disponía a adelantar un camión
se les tiró encima. No hubieron lesiones graves pero Álvaro desarrolló
una fuerte fobia a subir a un coche en circunstancias que le recordaran a
las del accidente: calles estrechas, doble sentidos, carreteras de
curvas,…
Después de elaborar toda la parte cognitiva (pensamientos automáticos, ideas preconcebidas,…) pasamos a trabajar la parte de relajación y control del estrés para poder enfrentarnos a las situaciones que más se resisten a dejar de ser fóbicas.
Con ayuda de su entorno (amigos, hermano) Álvaro vuelve a subir a un
coche, a disfrutar de ello e incluso a apuntarse a clases de conducir
para recuperar ese carné que hace tiempo que tiene aparcado.
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