Cuando los problemas postparto afectan a la sexualidad
Por Manuel Fló
Sí, el parto tiene efectos en la sexualidad. No descubrimos nada nuevo para las mujeres que han pasado por ello, pero sí para las que aún tienen que dar a luz. A pesar de los cursos de preparación al parto, los problemas postparto se viven con falta de información, a veces con confusión y, en la mayoría de los casos, con sorpresa. La educación en sexualidad es fundamental, pero también es importante consultar con tu sexólogo en Barcelona para afrontar este problema, especialmente si las molestias del posparto te impiden disfrutar del sexo, y también en el caso de que afecten a tu autoestima.
Según un estudio elaborado por Emotional Bliss en España, los efectos negativos del parto están relacionados con tabúes y vergüenzas, con una falta de información generalizada y con una baja valoración de la sexualidad femenina. A raíz de ello, la falta de deseo sexual, el dolor durante las relaciones, la incontinencia de orina o los gases son problemas que sufren muchas mujeres sin buscar tratamiento.
De acuerdo con los resultados de la encuesta, el 84% de los 180 profesionales de la sanidad consultados tiene pacientes para los que la falta de calidad en las relaciones sexuales no es un problema, y otros que dicen que los problemas postparto son naturales, por lo que se conforman con vivir con ellos.
El suelo pélvico es fundamental para tener relaciones sexuales placenteras, y de hecho el 77% de los encuestados opina las mujeres que tienen un suelo pélvico débil tienen orgasmos menos intensos. Para el 84%, el que la mujer trabaje su suelo pélvico aumenta la satisfacción sexual del hombre. La rehabilitación del suelo pélvico es posible a cualquier edad, pero a muchas mujeres les cuesta hacer bien los ejercicios.
Otros tratamientos son la psicoterapia, la fisioterapia del suelo pélvico y la rehabilitación mediante el uso de un vibrador. En Psico-Impronta tu psicólogo especialista en sexología en Barcelona puede ayudarte si sufres problemas postparto, como incontinencia, gases y dolor en la penetración, o simplemente falta de libido sexual.
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